Dinamización de equipos comerciales para mejorar la captación y la conversión
El buen asesor debe caracterizarse por la resiliencia, una gran capacidad de adaptación al cambio, ser capaz de generar impacto y una fuerte orientación a objetivos.
Junto a su capacidad de resistir los noes, y la indecisión o las dudas del cliente, debe generar un impacto, una imagen de dominio y de éxito, que lleven al cliente a una sensación de seguridad y confianza.